El Teatro de Lucía presenta Juicio a una zorra, protagonizada por Cécica Bernasconi, en un unipersonal cargado de un discurso atrevido, provocador y que se adentra en el lado “B” de la mitología griega.
La historia es simple: Paris rapta a Helena de Troya y desencadena una guerra por una mujer (?). Ahora bien, ¿qué pasaría si esta vez escuchamos el discurso de la mujer que supuestamente dividió Esparta y Grecia (más allá de las obviedades territoriales y egocéntricas)? Esa figura, reflejo de una belleza inconmensurable que solo habría provocado tragedia, tiene mucho que decir. Y, a decir verdad, suena interesante tanto por lo que pueda contarnos como por el morbo que esto puede generar. Seamos sinceros.
Juicio a una zorra
Dividimos la obra en tres aspectos esenciales: actuación, texto y elementos técnicos, que por supuesto complementan esta puesta en escena.
En la actuación, Cécica sostiene durante más de una hora un discurso profundo, performático, atrevido e imposible de pasar por alto. Hay una mezcla de delicadeza y brutalidad en ese recorrido en el que, en la piel de Helena, nos cuenta su vida y algunos detalles que desconciertan y conmueven.
En la escritura, al inicio dudo que la historia pueda mantener la atención de cada espectador tanto tiempo, pero me equivoco. Los cambios de ritmo se conjugan con la actuación para convertir el papel en una puesta consistente para el espectáculo: sucia, pero sublime.
Por otro lado, los detalles de luz y sonido no pasan desapercibidos. Las luces cumplen con su función según lo que la obra pide. Sin embargo, en cuanto al sonido, el uso de un micrófono en una sala tan pequeña resulta un desacierto: satura y llega a ser molesto. Esto no es un “raje” descuidado, sino una oportunidad de mejora.
En conclusión, Juicio a una zorra no es la reescritura de la historia griega, pero sí una crítica directa a quienes la escriben. Es una obra potente, sensual y sublime que tiene un enorme potencial, salvos algunos detalles técnicos mencionados líneas arriba. Además, posee muchos elementos que al público local pueden gustarle, y no tengo duda de que fuera del país recibiría tanto aplauso como el que escucho esa noche, ya que, siendo la trama tan universal, habrá teatros ansiosos por acoger una propuesta tan novedosa como bien escrita.
Datos de la obra
Funciones: de jueves a sábado a las 8:00 p. m., y domingos a las 7:00 p. m.
Temporada: hasta el 30 de agosto.