Hace más de diez años visité el Centro Cultural Haciendo
Pueblo en Comas, disfrutando de una carapulcra después de un festival de teatro
en una plaza del mismo distrito. Esta vez regreso para ver una obra que promete
reflejar el lado más desfavorecido de la ciudad. Emprendo mi viaje desde la
estación del Metropolitano Canaval y Moreyra hasta el paradero 22 de agosto.
Compro un churro al salir de la estación y camino varias cuadras hacia la
derecha; estas calles ya no me resultan familiares, el tiempo ha dejado su
huella.
SINOPSIS
Dos personas se encuentran en un rincón de la ciudad, en
esos márgenes desprotegidos por las autoridades. Conviven con la pobreza y, a
pesar de sus diferencias, logran conectar. Viven en un espacio austero, con
camas enfrentadas. Paco es un ejemplo de adaptación a la brutalidad de la
capital, mientras que Toño es un hombre llegado de provincia con aspiraciones
de un futuro mejor. Ambos personajes se ganan la vida cargando sacos de papa en
el mercado, pero algo inesperado cambiará sus vidas.
PERDIDOS EN UNA NOCHE SUCIA
Esta puesta en escena se
desarrolla en un espacio pequeño, lo que crea una sensación de intimidad e
inclusión del público, similar al teatro Ricardo Blume de Aranwa. La
escenografía está diseñada para permitir a los actores moverse con la libertad
necesaria según el texto. Ambos personajes están desarrollados con una
precisión notable: Bruno Luera interpreta a Paco, un personaje duro, incisivo y
provocador que incita a la acción. Willem Chunga da vida a Toño, un hombre con
ansias de superación que lleva zapatos rotos que le impiden conseguir un mejor
trabajo, zapatos que Paco tiene, pero se niega a prestarle.
Los zapatos son un elemento
central que mueve la historia de principio a fin, simbolizando la causa y
consecuencia de los actos y la violencia que enfrentan los personajes en su
lucha por sobrevivir.
DETALLES
Una mención especial para el
escenógrafo Arturo Vargas, quien transforma el espacio en un lugar lúgubre y
degradante, provocando una sensación de vacío, pobreza y falta de esperanza. La
actuación de Bruno Luera es convincente, ajustándose perfectamente a su
personaje y logrando un papel casi antagónico en lo visible. Por su parte,
Willem Chunga interpreta a Toño de manera creíble, con un desempeño interesante
en la trama; sin embargo, considerando su procedencia, un acento diferenciado
al hablar podría haber añadido un efecto interesante a las conversaciones.
Finalmente, hay aspectos por mejorar en la coordinación técnica de luces y
sonido para evitar interrupciones que distraigan al espectador, ansioso por ver
el próximo movimiento.
DATOS IMPORTANTES
Funciones Junio:
01 y 02 a las 7:00 PM (Sábado y Domingo)
08 a las 8:00 PM (Sábado)
09 a las 7:00pm(Domingo)
📍 Lugar: Casa Cultural Haciendo Pueblo
(Lugar: Casa cultural Haciendo pueblo Jr. Puerto Príncipe #115, Comas)
PRE-VENTA S/20 (hasta el 05 de Junio)